En estos años donde dejas la competición por varias cosas te hacen reflexionar y ver este mundillo desde otro punto de vista. Te das cuenta que la edad perfecta para un exciclista va entre los 30 y 40. Esa edad está en plenitud física y puedes igualar tus fuerzas con la gente joven y explicar tus experiencias desde dentro, y que te escuchen.
Pasado esos años, tiras de currículum,o sea, de viejo que ha sido algo alguna vez. Y es cuando te das cuenta que tocan otras cosas, que a partir de cierta edad, el lugar perfecto es una escuela o un lugar donde la gente empiece el ciclismo desde cero.
Sin duda, lo viví en una escuela, es lo más gratificante que hay, los niñ@s escuchan y intentan aprender como los ojos cerrados y eso no tiene precio.
Poco a poco te tienes que dar cuenta de cual es tu sitio y hacerlo con toda la ilusión posible.
Hoy solo escribo estas pequeñas líneas de reflexión y para volver a iniciar poco a poco mis experiencias sobre el ciclismo que deje apartadas, sabiendo que no lo va a leer nadie pero por lo menos quedará escrito.
VOLVEMOS a escribir.
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